Sin motivo aparente abre fuego contra clientela de
una cantina
Por René Gutiérrez G.
Fotos: José Mario Aguillón G.
Los hechos ocurrieron poco después de las 5:00
horas de hoy en la cantina llamada “La Carretilla”, ubicado en la calle 20 de
Noviembre, Sixto Reyes Rivas de 53 años, que también es taxista dijo mientras le
daban los primeros auxilios, que estaban bebiendo sin
problemas.
Los próximos a la puerta era los taxistas y cayó de
inmediato con un impacto en el pecho López Ortiz seguido de Sixto Reyes con una
herida en sedal en uno de los brazos.
Por René Gutiérrez G.
Fotos: José Mario Aguillón G.
Sin causa aparente un hombre señalado como presunto
militar abrió fuego contra la clientela de una cantina en la colonia Almaguer,
un parroquiano murió y otro quedó herido, en tanto la Policía Ministerial
presentó a dos testigos presenciales.
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| Cantina de la discordia |
Mientras la autoridad
trata de establecer si el tirador es efectivo de Ejército Mexicano, el cuerpo
del taxista Rigoberto López Ortiz de 21 años era reclamado por su madre
Rosalinda Ortiz Hernández de 45 años.
Ellos radican en la calle de López de esa misma
colonia, en cuanto al herido Antonio García Rodríguez de 40 en el
fraccionamiento Reynosa, esta persona junto con el occiso fueron llevados al
hospital Prado Sur en donde falleció el
taxista.
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| Murió en el hospital |
Pero notaron al supuesto militar molesto por algo y
con ánimo provocador pero no le dieron importancia, menos aun cuando un empleado
del bar les comentó que ese soldado suele tomar solo y nunca con problemas, este
desconocido había llegado desde el sábado en la tarde
noche.
La versión de los testigos coincide en que nadie
sostuvo altercados con el homicida, simplemente pagó y salió del lugar con rumbo
al cuartel militar, más tarde regresó con arma y sin más comenzó a disparar
hacia todos lados.
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| Son taxistas también, estaban en el lugar |
El sospechoso corrió
y amagó con el arma calibre 9 milímetros al ruletero Sergio Valentín Ruíz de 28
años, lo obligó a llevarlo por la calle lateral al cuartel de la Sedena hasta el
fondo donde bajó corrió y saltó la barda.
El fiscal José Elías Sánchez Rodríguez dio fe de
los hechos y no dio declaración referente al oficio del asesino hasta no tener
las pruebas de ello.
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