El móvil presuntamente fue por venganza
Por: René Gutiérrez G.
Fotos: José Mario Aguillón G.
El cuerpo de una alumna de la secundaria Francisco J. Mújica fue encontrado en la ribera del canal Rhode, había desaparecido al medio día al salir de su casa en la colonia Privada Las Haciendas, las autoridades detuvieron al asesino de 16 años de edad, el móvil la venganza.
La menor contaba con apenas 13 años, cursaba sus estudios de secundaria, pero sus anhelos se terminaron al ser asesinada por un joven de 16 años por venganza, porque los padres de la víctima, lo habían denunciado ante la autoridades por robo, actividad que lleva en su haber, desde la adolescencia.
Por fortuna, fue detenido, al observar los investigadores de homicidios varios rasguños en su rostro y cuello, rasguños que la joven le propinó en su desesperado esfuerzo por librarse de la estrangulación de que era objeto de parte del sujeto, que por injusticias de las leyes y debido a su minoría de edad, solamente permanecerá en prisión un tiempo, verdaderamente insuficiente para cubrir el delito de haberle arrebatado la vida a una excelente joven dedicada a sus estudios y a la vida hogareña al lado de sus padres.
Los trágicos hechos que escribieron una página más en la nota roja, ocurrieron a la orilla del canal Guillermo Rhode a la altura de la colonia Hacienda Las Fuentes el pasado viernes alrededor de las 23:30 horas así lo informaron en la guardia de la comandancia de la Ministerial.
Gerardo Treviño Estrada, jefe del referido grupo de homicidios informó que la menor asesinada respondía al nombre de Sheila Suseth Martínez Hinojosa, que contaba con 13 años, así como vivía en la calle Toronto número 229 de la mencionada colonia por donde atraviesa el peligroso Canal Rhode.
El cuerpo de la infortunada víctima se encontraba tirado entre basura y hierbas que están en la orilla del canal, tenía su ropa puesta un short negro con rayas rojas, un playera color blanca y una tipo bata de color azul celeste, calcetas blancas y a pocos metros del cuerpo se apreciaba uno de sus zapatos.
Asimismo fue la propia mamá de la menor de nombre Laura Leticia Hinojosa González. quien se constituyó en el lugar para identificar a su hija, relatando que había desaparecido cuando fue a la tienda denominada "Gallegos", la cual se encuentra a pocas calles de su casa ya no regresando más, dando así aviso a la policía.
Por otra parte se informó que el presunto responsable fue identificado como Ubaldo Gallegos Calzada, de 16 años, con domicilio en la misma colonia donde ocurrió la tragedia y que en un principio trataba de despistar a los agentes policiacos al decirles que lo habían asaltado, cuando le preguntaron por los rasguños que tenía en la cara.
El joven homicida cayó en contradicciones, acabando por confesar que él había matado a la menor Sheila Suseth, pero no dijo que motivos lo orillaron a cometer ese crimen que una vez más causó enojo a la ciudadanía por tratarse de una menor.
Gerardo Treviño Estrada, jefe del referido grupo de homicidios informó que la menor asesinada respondía al nombre de Sheila Suseth Martínez Hinojosa, que contaba con 13 años, así como vivía en la calle Toronto número 229 de la mencionada colonia por donde atraviesa el peligroso Canal Rhode.
El cuerpo de la infortunada víctima se encontraba tirado entre basura y hierbas que están en la orilla del canal, tenía su ropa puesta un short negro con rayas rojas, un playera color blanca y una tipo bata de color azul celeste, calcetas blancas y a pocos metros del cuerpo se apreciaba uno de sus zapatos.
Asimismo fue la propia mamá de la menor de nombre Laura Leticia Hinojosa González. quien se constituyó en el lugar para identificar a su hija, relatando que había desaparecido cuando fue a la tienda denominada "Gallegos", la cual se encuentra a pocas calles de su casa ya no regresando más, dando así aviso a la policía.
Por otra parte se informó que el presunto responsable fue identificado como Ubaldo Gallegos Calzada, de 16 años, con domicilio en la misma colonia donde ocurrió la tragedia y que en un principio trataba de despistar a los agentes policiacos al decirles que lo habían asaltado, cuando le preguntaron por los rasguños que tenía en la cara.
El joven homicida cayó en contradicciones, acabando por confesar que él había matado a la menor Sheila Suseth, pero no dijo que motivos lo orillaron a cometer ese crimen que una vez más causó enojo a la ciudadanía por tratarse de una menor.
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