Por René Gutiérrez G.
Fotos: José Mario Aguillón G.
El saber que hacer por parte del alcaide de la Policía Preventiva salvó la vida de una correccional que se ahorcaba con su sostén en las celdas superiores, el oficial no solo interrumpió el suicidio, sino que la regresó a la vida con el llamado RCP.
Criticado por su manera de seguir los protocolos de seguridad en cuanto al manejo de presos, rijosos y correccionales, incluso por algunos reporteros. Martín Gutiérrez Pulido cuenta con más de una década de experiencia dentro y fuera de las instalaciones de la Policía.
Esta noche como otras sin orden previa de nadie, comenzó su rondín y conteo de “presentes” en la planta alta de la zona de retención, para proseguir en la baja; fue al iniciar que citó el nombre de Carla Sifuentes Cruz de 28 años, detenida a las 15:50 horas en el mercado “Guadalupano” por alterar el orden; su situación se reducía a una multa menor a los 300 pesos o arresto de 24 horas.
Esta mujer con domicilio en la colonia López Portillo no respondió en dos veces, así que Gutiérrez Pulido ingresó a esa celda ocupada por la mencionada, fue en el baño donde la encontró asfixiándose con su brasier atado al cuello y los cubos de ventilación.
“La descolgué y no tenía sentido, pero sus signos visuales como el color de labios no demostraban que estuviera totalmente ahorcada, no hubo más que darle respiración de boca a boca y masaje en el tórax, tú sabes Lalo el RCP, ya que respiró pedimos el apoyo de la Cruz Roja, lo bueno es que regresó y ahorita no tengo problemas con los jefes”, dijo un tanto nervioso el oficial Gutiérrez.
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