jueves, 1 de mayo de 2014

Sangriento homicidio

 



Hondureño es encontrado cercenado del cuello en la habitación de un motel

Por René Gutiérrez G.
Fotos: José Mario Aguillón G.




Con el cuello cercenado de un machetazo y dos dedos mutilados de su mano izquierda, fue encontrado la tarde de ayer en un charco de sangre en la habitación de un hotel, un sujeto originario de Honduras, quien al parecer tenía tendencia homosexual.

El violento hecho de sangre quedó al descubierto ayer por la tarde alrededor 14:00 horas, cuando los encargados acudieron a la habitación para indicarles que ya se les había vencido el tiempo del alquiler, pero se llevaron la sorpresa de su vida al ver el cuerpo bañado en sangre.


Escenario del crimen
Los hechos fueron en el cuarto número 117 del motel de paso llamado Las Fuentes, ubicado por el libramiento de la carretera Monterrey por la colonia Renacimiento, hasta donde se constituyeron las respectivas autoridades para tomar conocimiento.

Encargado del motel
Peritos de Técnicas Forenses que llegaron al lugar, tomaron todo tipo de evidencias del cadáver que estaba en el piso con una colcha encima a mitad de su cuerpo, con una almohada que cubría su rostro y a su alrededor huellas hemáticas.

La víctima era de complexión robusta, traía playera a rayas tipo polo, ccolor rosa combinado con marrón, era de tez era morena, 1.60 de estatura, en sus orejas traía aretes; siendo identificado como Delmer José Hernández Hernández, quien contaba con 24 años.


Era hondureño
Uno de los encargados del hotel, dijo a los agentes ministeriales, que en la bitácora que se lleva de los clientes que llegan a ese motel, está que la víctima llegó en un taxi acompañado, alrededor de las 00:30 horas de ayer miércoles.

Los peritos indicaron que el hoy occiso fue asesinado aproximadamente como a las 01:00 horas, o sea media hora después de haber entrado al motel, por lo que los ministeriales se hacen varias hipotésis sobre ese horrendo crimen.

Finalmente, luego de que el fiscal licenciado Jorge Carlos Sánchez Fernández diera fe, ordenó que el cadáver fuera trasladado al Semefo para la práctica de la necropsia de ley.

 

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