martes, 7 de junio de 2011

Riña entre ebrios, dos muertos


Escena del crimen
Por: René Gutiérrez G.
Fotos: José Mario Aguillón G.

Balas del calibre 380 cegaron la vida de dos empleados de Banquetes del Norte en la colonia Villa Esmeralda, dos amigos presenciaron el sacrificio, uno de estos fue golpeado por el tirador que llegó acompañado de dos jóvenes más, el móvil fue una riña en el tianguis de La Joya.

En posiciones reveladoras de sus últimos segundos de vida quedaron en la minúscula sala Daniel Muriño de 20 años, y Raymundo Cruz Santes de unos 34 de edad, él era el propietario de esa casa número 127 de la calle de Níquel entre Diamante Dos y Villas de Esmeralda.

Testigos del doble crimen
En el exterior estaban Rubén Santes González de 23, golpeado por el asesino con su arma tipo escuadra, a un lado permanecía inmóvil y ebrio Alfredo Castro Cambrón de 42, los cuatro habitaban esa vivienda de interés social a pesar de su espacio.

Ambos afirmaban no saber el motivo, Santes González a pesar de haber sido “cañoneado”, sostenía su dicho de recién haber llegado junto con Castro Cambrón, los dos albañiles e interrogados por los agentes de homicidios de la Agencia de Estatal de Investigación se resistían a hablar.

En eso intervinieron oficiales de la Policía Preventiva, asegurando que al llegar a la escena del doble crimen arribó una mujer muy alterada, cuyo nombre no revelaron, ella aseguró que los asesinados durante la mañana habían golpeado a su marido en el mercado popular de La Joya y los perpetradores eran sus hijos e hijastros de su esposo, agregando que lamentaba lo ocurrido.

Otros uniformados la aseguraron para ser guiados a su casa, aún cuando no cuentan con armas de fuego por favor de la SEDENA; a espaldas de bodega Aurrera, pero hasta el momento no han sido ubicados, en tanto los testigos permanecerían en la Procuraduría para rendir declaración con la fiscal Alma Leticia Carranza Gómez quien conoció, que, Raymundo, Daniel y Rubén, habían ido horas antes al tianguis de la colonia donde ocurrieron los hechos y con un bate de beisbol, golpearon a un hombre de la tercera edad, pensando, que de ahí, se haya generado la venganza, que terminó con la vida de dos personas.


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