Por: René Gutiérrez G.
Fotos: José Mario Aguillón G.
Como la leyenda de “David y Goliat”, se escribió esta tarde la historia de un niño de 12 años enfrentado a un servidor público de 46 al que acabó hiriendo en la cabeza con su “limpiavidrios” luego de ser acorralado y pateado en las inmediaciones del puente internacional Reynosa-Hidalgo, Texas.
Jamás conoció a su padre, y su madre Yesenia dejó a los 10 años de edad a Ángel Michel Porras Castellanos al precario cuidado de su tía en una vecindad de la calle de Morelos del barrio viejo de la zona centro.
Hoy Ángel Michel a pesar de ser un “niño de la calle”, tuvo su primer encuentro con la autoridad y con el abuso violento de un adulto ajeno a su entorno familiar, “nunca he tenido problemas con la policía, no me drogo, ni ando de rata, limpio vidrios como otros, pero yo lo hago para comer, mi tía no me da por que su esposo la regaña”.
Mientras esperaba en Seguridad Pública a la Procuradora de la Defensa del Menor y la Mujer, acusado de herir a José Ángel Santiago Gaona empleado de Caminos y Puentes Federales (Capufe), el adolescente platicó con Noticias de Tamaulipas.
“Yo no estudio porque mis papeles los perdieron nada más llegue hasta segundo de primaria, mis dos hermanos si van a la escuela, no conocí a mi papá se fue cuando estaba chiquito yo, y mi mamá se fue a trabajar con mi abuelito a Tres Cruces en Guadalupe, Nuevo León, a mi me dejó con mi tía”, continuó hablando si ocultar su temor a los oficiales.
Afirma que su tía y esposo no lo golpean, pero tampoco le dan alimentos regularmente, por eso busca ganar dinero limpiando parabrisas de quienes avanzan a las casetas de cobro del puente en donde trabaja su “acusador”.
“Quería ser doctor o algo con título, no sé cómo es eso del título ha de ser como una medalla ¿sí verdad o cómo es?... yo quería así para tener un camioneta llevar a mi mamá y hermanos a muchas partes, tener una casa grande con ventanas en el techo y comer todo lo que quisiera, pero ya no se pudo ahora me iré pal bote”, diciendo esto sollozó.
Respecto a la denuncia narró que estaba “trabajando” cuando el empleado de Capufe llegó en su camioneta, no lo molestó pero cree que esta persona dirigió deliberadamente la unidad hacía él, la pudo esquivar al mismo tiempo que le daba un golpe a la carrocería con la mano.
Entonces Santiago Gaona detuvo la marcha y fue directo a golpearlo peor no alcanzó a lastimarlo, “corrí pero me persiguió en su camioneta para donde están los arcos, ahí me escondí a un lado de un carro, estaba agachado cuando sentí el patadón aquí (cadera) y luego otro golpe en la espalda, entonces agarré mi limpia y lo descalabre si me ca… me asuste por la sangre y me agarró luego me trajeron para acá”.
La procuradora llegó y le aseguró que en el refugio para niños como él le ayudaría a estudiar, localizarían a su madre, además alimentarlo tres veces al día, a cambio de su buen comportamiento y dedicación en la escuela, de este modo quedó bajo protección del DIF pues por su edad no puede ser procesado ante la ley de adolescentes.
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