viernes, 22 de julio de 2011

Menor renuncia a la vida a sus trece años

Por: René Gutiérrez G.
Fotos: José Mario Aguillón G.

 A sus 13 años de edad renunció a la vida, lamentablemente por mano propia, su familia lo encontró en el baño colgado esta tarde en la colonia Independencia, lo trasladaban cuando se encontraron con la ambulancia pero al llegar al Hospital General el destino había llegado antes que la ayuda.

Por lo menos en Tamaulipas los casos de suicidio infantil no alcanzan el primer por ciento del resto de casos de autodestrucción que por lo general oscilan entre los 18 a los 83 años de edad, y son los hombres más recurrentes a estas prácticas antinatural, según los especialistas en comportamiento humano desde los diversos puntos de vista de las ciencias a fines, los factores que llevan a la depresión y perdida de autoestima, mucho tiene que ver con la estabilidad económica aunado al consumo de alcohol, drogas o ambos.

En el caso de Avelino Vázquez Benítez, las razones aún no están claras, su caso es el primero en este año y el tercero en cuatro de acuerdo a estadísticas de la Procuraduría General de Justicia, donde hoy esperaban obtener un común denominador de las declaraciones de los padres, hermana y cuñado del niño.

Antes de crear hipótesis e ideas precoces sobre el caso, la fiscal Alma Leticia Carranza Gómez y los criminólogos de la Procuraduría esperan deducir sobre pistas sólidas para conocer el “detonador” para esta tragedia de la calle 17 Oeste de la colonia mencionada.

Gabino Vázquez Hernández de 36 años, padre de “Lino” como le llamaban, al igual que José Manuel Lozano González de 18, cuñado del extinto; aseguran que todos estaban en casa haciendo sus labores habituales de descanso, cuando dijo el niño “voy al baño”, como tardaba e iban a comer fue a buscarlo su papá pero ya lo encontró colgado con un cordón de fibra sintética, aún trataba de respirar.

Rápidamente lo llevaron a un vehículo aún ya cuando el paramédico Américo Posadas, aceleraba a fondo la ambulancia, encontró a la familia en la primera calichera de la colonia Pedro José Méndez, con señas le hicieron saber que era su objetivo.

Camino al Hospital su compañero hacía maniobras para estabilizarlo, lo cual no consiguió, “le pisé a todo lo que da la ambulancia, poco me importaban los topes, baches y tráfico, hasta les hice señas a los soldados para que me dejaran pasar, pero chin… no lo logramos, llegando aquí a la rampa falleció el pobre”, comentó cabizbajo el paramédico Posadas.

Ahora corresponde al experto en tanatología como es el forense hacer su parte en equipo con el químico forense, técnicos en la escena y por su puesto el Ministerio Público para saber que impulsó al suicidio a ese menor de edad normal como lo describen sus seres queridos.


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