jueves, 25 de agosto de 2011

Escapa por la puerta falsa sin dejar recado póstumo



Por René Gutiérrez G.
Fotos: José Mario Aguillón G.

Residente de la colonia La Presa decidió escapar por la puerta falsa del suicidio, pero se le olvidó redactar sus motivos, para que sus familiares conocieran esta macabra decisión de quitarse la vida inesperadamente, según comentó su madre a las autoridades al identificarlo, frente al representante social.
Sin dejar el clásico recado póstumo, un residente de la colonia La Presa aprovechó el momento en que se encontró solo cuando llegó a comer, para tomar la fatal decisión de escapar por la puerta falsa del suicidio ahorcándose en el interior de su domicilio, causando hondo pesar entre sus seres queridos que no comprendían lo sucedido.
“Den ustedes los datos, yo no tengo cabeza ahorita”, dijo la atribulada madre de la víctima cuando los representantes del Ministerio Público le pedían los generales de su hijo, que yacía en el suelo después de ser descolgado de la puerta de la cocina, donde ató una soga a la varilla que integra la ventana para lograr sus propósitos.
Estos siniestros hechos sucedieron ayer por la tarde alrededor de las 14:00 horas, en la casa marcada con el número 221 de la calle Tercera de la citada colonia, hasta donde llegaron los agentes ministeriales, así como Periciales y el agente del Ministerio Público para dar fe de la tragedia.
El occiso fue identificado por sus familiares como Julio César Rosendo de la Cruz, contaba con 36 años, era originario de Cerro Azul, Veracruz, pero con residencia en esta ciudad desde hacía ya tiempo, dijeron los demás miembros de la familia.
Asimismo la mamá de la víctima, responde al nombre de Matilde de la Cruz, de 69 años quién se le veía pasar de un lado para otro, como tratando de adivinar los motivos que tendría su hijo para tomar esa fatal determinación de quitarse la vida, ‘‘No sé lo que paso, llegó a comer y mire como lo encontramos”, dijo otra de los familiares de la víctima.
Señalaron a los agentes ministeriales, que Julio César llegó a comer como a las dos de la tarde, pero al ver que no se escuchaban ruidos en el cuarto, decidieron buscarlo llevándose la desagradable sorpresa de verlo colgado en la ventana de la puerta metálica, de donde lo descolgaron en un afán por revivirlo sin embargo ya había pasado a mejor vida.
Finalmente luego de que los representantes del Ministerio Público dieron fe, ordenaron que el cuerpo fuera llevado al Semefo para la necropsia de ley.


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